Golpe de calor.

D urante la última semana hemos sufrido unas altísimas temperaturas gracias a la ola de calor que ha atravesado Valencia, estando en alerta naranja y amarilla en gran parte de nuestra Comunidad. Parece que la lluvia y el granizo de este pasado fin de semana ha hecho que nuestras mascotas se encuentren un poco mejor pero dado el altísimo número de animales con síntomas del golpe de calor hemos decidido hacer este post para ayudaros a prevenirlo, detectarlo y dar los primeros pasos del tratamiento.

¿Qué es el golpe de calor?
Es una reacción que se produce cuando sube la temperatura corporal de manera muy brusca y el organismo no es capaz de compensarla, lo que se traduce en una disfunción multiorgánica que puede provocar la muerte del animal.

¿A qué animales afecta?
Los perros en general tienen más predisposición que los gatos a sufrir hipertermias que no pueden compensar. Los perros geriátricos y cachorros tienen más predisposición, así como las razas braquicefálicas (chatas), perros con parálisis laríngea, colapso laríngeo (por ejemplo condromalacia en carlinos), con problemas pulmonares o cardiópatas.

¿Qué signos clínicos puede sufrir mi mascota con golpe de calor?
Habitualmente los animales comienzan a jadear excesivamente, presentando una respiración acelerada. Muchos empiezan a babear y algunos progresan a tener mareos, convulsiones pudiendo aparecer síntomas gastrointestinales (vómitos y diarrea). Algunos animales presentan petequias en las mucosas (pequeños sangrados por los capilares) que se observa como un punteado rojizo.

¿Que debemos hacer?
Tras ofrecerle agua, debemos mojar el cuerpo del animal con agua tibia y colocarlo frente a un ventilador mientras masajeamos la piel aumentando la circulación periférica incrementando la pérdida de calor. Después debemos llamar al veterinario para que nos espere con el equipo adecuado preparado y no esperemos en la sala de espera pudiendo agravar los síntomas por nerviosismo o estrés.

Una vez en el veterinario colocaremos fluidos intravenosos mientras realizamos una exploración minuciosa del animal. Es importante determinar mediante una analítica el estado de deshidratación del perro, si el lactado ha aumentado, si los tiempos de coagulación están aumentados y por tanto hay riesgo de CID (coagulación intravascular diseminada). Debemos además tratar las causas subyacentes de la patología por ejemplo la disnea, el babeo excesivo que impide la entrada del aire, el edema laríngeo causado por el jadeo excesivo. Pueden producirse síntomas neurológicos causados por hipoglucemia, por un aumento de la presión intracraneal o desórdenes en los electrolitos. Debido a la rabdomiolisis podemos observar mioglobinuria por lo que es muy importante además vigilar el output urinario, la densidad de esta orina y sus parámetros. Además, en el hígado podemos encontrar un aumento en las enzimas hepáticas (coagulación, amoniaco, bilirrubina, glucosa), hipoalbuminemia que puede necesitar transfusión o síntomas gastrointestinales que pueden necesitar antibioterapia.

Conclusiones:
Un golpe de calor puede convertirse en un problema multiorgánico, pudiendo acabar con la vida del animal. Las razas con mayor predisposición (braquicefálicos, perros con problemas cardiacos, pulmonares, geriátricos o cachorros) no deberían exponerse a altas temperaturas en verano. El tratamiento está dirigido a disminuir la temperatura corporal y a aumentar y mantener la perfusión en los órganos vitales. Los pacientes con tratamiento al poco tiempo de sufrir el golpe tienen mejor pronóstico que aquellos en los que comenzamos más tarde, teniendo que realizar transfusiones de plasma en caso de CID o de problemas en los órganos.